Geraldine Moreno, una estudiante que resultó herida en las protestas que se celebraron este miércoles en Carabobo, ha muerto, elevando a 11 el número de fallecidos en la ola de violencia que recorre Venezuela. Según ha relatado su prima Liseth Madía al diario El Universal, Moreno estaba con cuatro amigos observando desde su residencia universitaria las marchas estudiantiles en Valencia cuando seis efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) llegaron al lugar. “Todos corrieron, pero ella se giró y cayó porque le dispararon cerca del rostro. Cuando trató de levantarse, le volvieron a disparar en el rostro“, ha relatado Madía, denunciando que su prima fue abatida “con un arma de perdigones que no eran de plástico, sino de hierro“.
Horas antes, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez, ha anunciado la muerte de Santiago Henrique Pedroza, un motorista de 29 años de edad que ha sido degollado por un alambre, que habría sido colocado entre dos postes de la luz por los manifestantes del municipio de Sucre, en el área metropolitana de Caracas.
Además, este viernes, el gobernador del estado de Mérida, Alexis Ramírez confirmó la muerte de Delia Elena Lobo, de 37 años de edad, al ser atacada, al parecer, por “sectores de la derecha“, mientras se dirigía hacia su casa. Solamente 24 de todos los detenidos están en prisión provisional. La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, también informó, en una entrevista concedida a Unión Radio, de la muerte de un fiscal cuando intentaba esquivar con su vehículo una barricada colocada por “grupos violentos”.
A ellos hay que sumar otros cuatro fallecidos en el área metropolitana de Caracas, una en el estado de Carabobo, una en el de Sucre y otra en el de Lara.